¡Copiad malditos!: Reflexiones sobre la autoría ¿a quienes se está protegiendo?

Copiad_malditos-904151892-largeEste jueves retomamos el cine con el documental Copiad, malditos: Derechos de autor en la era digital. La hora, como siempre, será a las 20:00 horas, en el mismo formato que las proyecciones con derechos reservados que hemos dejado de proyectar.

Como sabréis el ciclo de cine sobre David Trueba «Saber perder» tuvo que ser suspendido por una reclamación de derechos de exhibición pública por parte de la distribuidora de dos de las películas.

Esto nos ha generado dudas:

  • ¿En manos de quien está nuestro imaginario audiovisual?
  • ¿Se gestiona colocando en el centro a las personas o a los mercados?
  • ¿A quien protegen los derechos de autor? ¿han de ser estos entendidos necesariamente desde un enfoque monetario, o mas bien lucrativo? ¿Garantiza la legislación al respecto la subsistencia de proyectos culturales, como nos tratan de vender cuando nos llaman ladrones y ladronas por hacer usos privados, sociales, educativos, etc.?
  • ¿Por qué autores y autoras que se mueven en lógicas sociales, locales, de subsistencia, etc., entran en las lógicas de estas abusivas restricciones?

Un mar de dudas. muchas de las cuales queremos, al menos, aclarar un poco con la proyección del documental Copiad, malditos: Derechos de autor en la era digital. Dirigido por Stephane M. Grueso. Como en la historia interminable, el trabajo es una historia que se cuenta a si misma, pues el objetivo fue crear un documental y registrarlo bajo una licencia copyleft, siendo este proceso, precisamente, el que el documental narra. La licencia elegida fue Creative Commons Atribución/No comercial 3.0, cuyos términos estamos encantadas de cumplir habiendo mencionado a Stephane, y por supuesto proyectándola de manera gratuita. Supuso la primera vez que una cadena de televisión en el Estado Español (RTVE) coprodujo contenidos copyleft (práctica tan deseable para una cadena de carácter público.

El objetivo de la proyección es múltiple:

  • Reclamamos y denunciamos no exista una tercera vía social, educativa y cultural que permita proyectar contenidos cinematográficos y de otros tipos (frente a la via privada y la vía pública comercial y lucrativa).
  • Denunciamos asimismo, que las leyes que dicen proteger a creadores y creadoras, en realidad secuestran el arte y coaccionan a éstas y éstos para que les entreguen el grueso de los beneficios de su obra.
  • Queremos convertir el handicap que ha supuesto esta reclamación y la suspensión del ciclo en una oportunidad para abrir un debate público sobre los derechos de autor
  • Hemos reflexionado sobre que tipo de arte tiene que haber en la Casa Azul, y nos parece que tiene que tener cabida un arte que genere contrapoder, cotidiano y que sea catártico y no analgésico, y que encaje en los criterios y las lógicas de la justicia social y ambiental.

Esta semana más que nunca, venir a la Casa Azul a ver cine supone apoyar otras formas de creación, y tomar conciencia sobre nuestra soberanía creativa y artística. Te esperamos.